Eran las 17.03 en el estadio de San Jorge cuando el árbitro Ulises López se llevó el silbato a la boca. Respiró hondo, lanzó un pitazo fuerte y señaló el círculo central: el partido entre las Reservas de Lanús y Atlético había terminado.

Los “Granates” celebraban la victoria por 3-2 y la clasificación a la siguiente fase. Del otro lado, los “Decanos” yacían en el suelo, con las manos en la cabeza; algunos, con lágrimas en el rostro.

El sueño de meterse entre los 16 mejores del Torneo Proyección se les había escurrido de la forma más dolorosa: habían empezado 2-0 arriba, con goles de Giuliano Gurrieri y Guillermo Abregú, y no lograron sostener la ventaja.

Giuliano Gurrieri abrió el marcador a favor del DIEGO ARÁOZ/LA GACETA.

La derrota parecía dejarlos fuera, pero no todo estaba dicho: el partido entre Instituto y Talleres aún no había terminado. Iban 1-1 y quedaban tres minutos por jugarse.

Los hinchas seguían en vilo. Sebastián Longo, integrante de la secretaría técnica de Atlético, sacó el celular y conectó la transmisión. Miguel Abbondándolo también tenía el suyo en la mano. La cúpula de la Comisión Directiva aguardaba en silencio. Otros navegaban entre páginas de resultados. Todos con la mirada puesta en Córdoba.

Mario Leito e Ignacio Golobisky asistieron al partido y se colocaron debajo de las cabinas de prensa. DIEGO ARÁOZ/LA GACETA.

El estadio Ángel Pascual Sáez era un termómetro “albiceleste”: la tensión se sostenía en el aire, contenida por la incredulidad. Lo único que rompía el silencio eran las sonrisas de los jugadores de Lanús.

La desazón era incalculable. El equipo de Hugo Colace había jugado un gran partido y golpeado de entrada. En menos de 10 minutos, generó cinco jugadas claras de peligro, con apariciones de Facundo Pimienta, Rodrigo Granillo, Gastón Nazar y Ezequiel Godoy: tiros de media distancia, mano a mano, pelota parada… El “Decano” mostraba buenas cualidades ofensivas. Incluso Lucas Pusineri, DT de Primera, observaba sonriente mientras conversaba con su hijo sobre detalles tácticos.

Lucas Pusineri vio el partido acompañado por Gemio y Longo. DIEGO ARÁOZ/LA GACETA

Pero a los 15 minutos comenzó el calvario. Y, sobre todo, la pesadilla de Enrique Maza. El arquero falló en el control de una pelota, dio un rebote corto y Martín Corda descontó para mantener con vida al “Granate”.

A los 24’, el lateral derecho Elías Javier Brito inició una jugada desde mitad de cancha. Al llegar al borde del área, lanzó un centro rasante. Alexis González controló, se tomó un segundo y, en lugar de rematar, asistió a Thiago Laplace, que selló el empate.

La paridad llenó de dudas al “Decano”. Si bien mantenía el criterio en ataque, mostraba grietas en defensa. En el complemento, Atlético salió decidido a ganarlo. Pero la suerte no lo acompañó: primero le anularon un gol a Abregú y luego un remate dio en el travesaño.

Lanús, en tanto, encontró la ventaja a través de un tiro libre que, tras una serie de rebotes en el área, terminó en el 3-2 definitivo. Desde ese momento, todo fue incertidumbre para los hinchas y allegados. Tres minutos se volvieron eternos.

Hugo Colace se mostró pensativo a lo largo del duelo. DIEGO ARÁOZ/LA GACETA

Y entonces, un pitazo sonó desde el parlante de un celular: el sonido predeterminado de una aplicación de resultados en vivo anunció que el empate entre Talleres e Instituto se había consumado. La gente explotó de alegría. Los fanáticos vitorearon a los jugadores, que poco a poco se retiraban al vestuario con una sonrisa tímida en el rostro.

La Reserva de Atlético, por primera vez, se había clasificado a los playoffs desde que se instauró el formato Copa de la Liga en las divisiones inferiores. Un hecho histórico para los “Decanos”.

En el vestuario, Hugo Colace contenía emociones encontradas. El resultado no lo dejaba satisfecho, pero la clasificación le daba sentido a todo. Y en el fondo de sus ojos se adivinaba algo más fuerte que la bronca: el orgullo.

“Duele perder porque no lo habíamos sufrido nunca de local. También por las formas, porque supimos dominarlo durante gran parte. Pero al final del día hablamos de objetivos, y lo logramos”, evaluó el DT.

Atlético, de este modo, se metió entre los 16 mejores del país. Aún no tiene rival confirmado: hasta ahora sería Estudiantes, primero en la zona A. Sin embargo, los resultados de Boca (frente a Tigre) y Belgrano (contra Unión), que jugarán hoy a las 15.10 como visitantes, podrían alterar los cruces.

Colace y sus pupilos, sin embargo, ya tienen la mente puesta en seguir creciendo. Tendrán dos semanas para preparar el primer mata-mata. Y en 25 de Mayo y Chile, ya nadie duda de que están listos para más.